Y mañana 2 de Marzo de 2009.
Mañana hará 7 años que la pequeña María nació en algún lugar del sur de China. Aceptamos, no tenemos otra opción, que nació en Hepu, provincia de Guangxi, población muy cercana a la frontera con Vietnam, y a pocos kilómetros de la costa del Mar del Sur de China. En estas tierras se cultivan hermosas perlas de agua dulce... y la más bella de todas la trajimos a nuestro hogar.
A mi Perla la encontraron en la puerta del orfanato, seguramente en la mañana de ese día. No sabemos nada más...nada... Puedo imaginar que estaría dentro de una cajita de cartón, arropada con una mantita, quizá con un biberón... quién sabe si con una nota de nacimiento... Así es como encuentran a muchos de los bebés en China, bebés cuyos padres tienen que renunciar a ellos por motivos más que contundentes. Bebés que son entregados para un futuro mejor que el que ellos podrían darles, y que lo hacen en un acto de amor inimaginable para los que lo vemos desde lejos.
Cada año por estas fechas tengo un recuerdo muy especial para una mujer, la que hizo el milagro de que mi hija existiera, la que, estoy segura, año tras año recordará el día en que su pequeñina nació. Quizá no quiera recordar, querrá olvidarlo, pero es muy probable que una herida tan profunda nunca en la vida pueda cicatrizar... Estoy segura que en estas fechas su pensamiento está con mi hija, con ese bebé que pudo haber sido suyo y al que renunció. Y me reconforta saber que en la distancia ella y yo coincidimos en algún lugar con nuestros pensamientos, que aunque nunca la conoceré tendré una cita de espíritu y sentimientos con ella cada 2 de Marzo.
En recuerdo a esa mujer, a esas madres biológicas que sufrieron, sufren y sufrirán en silencio las pérdidas de sus hijos, dejo aquí este vídeo de la asociación Bring me Hope, vídeo que empieza con profundas lágrimas y acaba con hermosas sonrisas.