miércoles, 21 de enero de 2009

Cuando nos encontramos con María.


Hace unos días se cumplieron 6 años desde que me cambió la vida, porque eso fue lo que pasó cuando María llegó. Hubo un antes y un después........ un largo antes que conformó mi vida tal y como es hoy, pero que no consigo comprender cómo lo pude vivir sin ella. Es cierto que durante años no quise hijos, ni mi marido ni yo queríamos, y ahí está lo paradójico: ahora no comprendo aquello, si mi María me dio la vida.



María Jiang, la pequeña Guo Xiao Jiang, era en su foto de asignación la bebita más hermosa que había visto jamás. Cuando vimos su carita en aquellos papeles tenía 9 meses, pero en las fotos tenía 4 meses y medio........ una muñeca peloncilla realmente bonita. No me podía creer que esa criatura fuera a ser mía, que yo tuviera la suerte de tenerla para siempre. Alucinaba pensando que cada día de mi vida iba a ver ese hermoso rostro, que podría besarla y abrazarla todo lo que quisiera, que era MÍA, mi niña del alma, del corazón.



Su padre y yo lloramos de pura felicidad mirando su foto. Es un recuerdo imposible de borrar, los dos cogidos de la mano, sentados ante esa mesa, mirando una fotocopia de su foto, en silencio........... hasta que el delegado de la ECAI nos dijo "si os ponéis así viendo una fotocopia cómo os pondréis cuando la veais en color".... Ahí empezamos a reir, nerviosos, con lágrimas en los ojos, pasando las hojas del expediente y buscando esas fotos en color... Y allí estaba ella, preciosa como no habíamos podido soñar. Ya no importaba nada más, ya estaba ahí mi ansiada hija, mi sueño, nuestro sueño se había hecho realidad.

Cuántos años buscándola, al otro lado del mundo tuvimos que ir a por ella, y a la Luna hubiéramos ido si hubiera estado allí.

No hay comentarios: